domingo, 17 de julio de 2011

I.Cipayismo a rolete, prensa católica decimonónica y reacción aldeana. Historia de un combo fatal en un recorrido por diversos textos.


Mejorar las costumbres, no hay más, o sino San Roque nos destapará el poronguito y adiós de todos los pecadores.
                                                                            (28 de julio de 1868, “El Eco de Córdoba) (5)

Cabe traer al caso la información de “El Eco de Córdoba” de 12 de enero de 1867, diciendo que con la última creciente registrada en el río..”....el bicho mortífero habrá desaparecido.... Al cabo se calmará la excitación que ha producido el misterioso bicho, de que todo el mundo ha hablado y que nadie ha podido describir, sin duda porque tenía algo de las serpientes de siete cabezas , que era lo más horripilante de todos aquellos cuentos de la niñez con los que pasabamos noches tan alegres.
                                                                           (Luis R. Frías, Historia del Dique San Roque)(6)

Me parece que tengo quince años menos, que estoy en mis campamentos de San Roque y del Mal Paso; me siento poseído de los ardores de la construcción, de esa fiebre, cuyo delirio es poner piedra sobre piedra, llenar el plano, elevar la obra como se eleva el pensamiento, acabarlo con la brevedad que pide el deseo espoloneado por la impaciencia; se quiere salir pronto de las angustias del parto, y ver gozar y gozar del hijo que nace, fruto de la concepción científica.
                                                                                  (Juan Bialet Massé, 1904) (7)


          
                         Para introducirme en el contexto histórico al que se circunscriben los hechos de los que dan cuenta Filloy, Ramos, Solanas y Herrero, sigo el análisis efectuado por el historiador Norberto Galasso (8) quien entiende que el “periodo histórico que va desde 1880 hasta 1904 puede ser denominado como el ciclo del roquismo” porque “casi un cuarto de siglo de la historia de un país no pueden depender de la voluntad de una persona, en este caso el General Julio Argentino Roca” y que se hace necesario “avanzar...en el análisis de las fuerzas sociales que sustentan una determinada política, que van desde su nacimiento y cenit (1880-1886) hasta su declinación (1904), pasando por momentos de confusión y transacciones”.

                    “Sin embargo la mayoría de los historiadores pertenecientes tanto a la Historia Oficial como a la Historia Social e incluso al Revisionismo Nacionalista Católico- coinciden en personalizar esta época en la figura de Roca, así como en lanzar sobre dicho General la más descalificatoria opinión. Para la Historia Oficial, se esta en presencia de un jefe inescrupuloso, apodado “El Zorro”, por sus trapisondas, que imprimió a su política un fuerte carácter personalista. Se trata del creador del Ejército, y por ende, se lo supone bastante inculto, en comparación con Mitre o Sarmiento. La Historia Social según la tésis de Jose Luis Romero, sostiene que hasta el 80 gobernó una aristocracia , una elite austera y culta, pero que a partir de 1880 debe hablarse de oligarquía, plagada de vicios. El nacionalismo católico sostiene que todos los males del país derivan de ese gobierno de Roca en el cual predominaron los intelectuales positivistas, atacando a la Iglesia, implantando la Ley 1420, el Registro Civil y otras medidas antireligiosas”.

                      “Estas coincidencias de opinión se entienden , especialmente, porque el roquismo inicia su ciclo político como expresión neta de antimitrismo. Es sabido que Mitre, padre de la Historia Oficial, ha quedado indemne en el remozamiento de esa historia llevada a cabo por la Historia Social, y asimismo , ha sido respetado también por la mayoría del revisionismo por aquello que sostenía Manzi, que “había dejado un diario de guardaespaldas”.

                       Para Galasso “el roquismo es el intento de lograr cierto equilibrio que permita, a traves del gasto público en el interior, la protección industrial, arrestos de soberanía política exterior, etc. Y que esa presión extranjera adquiera un perfil menos oligárquico, menos porteño, capaz de una cierta integración nacional...(la circunstancia de que el roquismo claudique, finalmente, tampoco resulta argumento serio, pues comunmente los movimientos que enfrentan a las oligarquías, si no alcanzan a transformar profundamente las relaciones de propiedad, concluyen con la claudicación, lo cual no quiere significar, por ello, que sean idénticos a la oligarquía o que no hayan interpretado al pueblo, en determinada circunstancia, como lo hizo el roquismo al nacionalizar la aduana)”.

                     El citado historiador, a su vez , crítico de la gestión de Juarez Celman (1886-1890) por considerar que éste “manifiesta claramente el agotamiento del proyecto roquista, al constituirse en instrumento del imperialismo” , aclara que “ Esto, sin embargo, no significa olvidar que en la oposición a Juarez , el mitrismo, es decir la oligarquía porteña, juega un papel fundamental y al referirse al crecimiento industrial, reconoce al mismo Juarez , presente en ese proceso:

                   “El desarrollo industrial producido en esta época se verifica en aquellos sectores económicos que no perturban el acuerdo con Gran Bretaña en base a la división internacional del trabajo. Es, por tanto, limitado , y se va a expresar, finalmente, en la Unión Industrial Argentina, en la cual pesan también los importadores”.

                    “Encorsetado por el imperialismo, el país desarrolla , sin embargo, algunas industrias, probablemente debido a la presión de los grupos proteccionistas y del peso que el interior provinciano adquiere sobre los gobiernos de Avellaneda, Roca y Juarez” (9)

                      Asimismo , es dable agregar lo dicho en “La Zoncera del Agua y la Soberanía Energética” por Jorge Bernal (9) , para quien “la sanción de la Ley de Aduanas de 1877 marcaría un hito en la política proteccionista (industrial) argentina, la cual posibilitó...el establecimiento de las primeras fábricas modernas del país en las décadas de 1880 y 1890. El triunfo de Avellaneda , por los votos y por las armas” luego de aplastar la intentona golpista de 1874, conducida por Bartolomé Mitre y José C. Paz “ ponía fin a la hegemonía porteña que ya duraba desde la caída de Juan Manuel de Rosas, esto es, un cuarto de siglo. Por consiguiente era totalmente lógico para los vencedores y el modelo de país que encaraban, su preocupación por hacerse de recursos energéticos propios, esto es, transitar el camino de la soberanía energética...” (10)

                     Bernal también apunta que los hombres de la generación del 80´ , integrantes del movimiento industrialista de fines del siglo XIX fueron, quienes, pusieron término al cuarto de siglo mitrista, incluyendo en este grupo a Juan Bialet Massé junto a Jose y Rafael Hernández, Roque Saenz Peña, Estanislao S. Zeballos, Ezequiel Ramos Mejía y Florentino Ameghino, entre otros e interpreta así que “las ideas progresistas en relación a la intervención del Estado, en la economía, la tradición nacionalista democrática, el antimitrismo, el antiroquismo (una vez que Julio A. Roca se funde con la oligarquía porteña...) así como el apoyo a Hipólito Yrigoyen, los embebía a todos”. (11)

                Así las cosas, en el transcurso de 1877 y en la provincia de Córdoba, bajo la administración del Dr. Antonio del Viso, se sancionó la Ley de Irrigación (recursos hídricos). Posteriormente y al asumir su gobernación ,el Dr. Miguel Juarez Celman , hizo pública  la idea de emprender el  riego de aquello que se denominaba como “los altos del Sud y del Norte” de la provincia.

                En consecuencia con el citado proyecto propiciado por el  Dr. Juarez Celman, verdadero impulsor de las obras de irrigación en la provincia, en 1882 se designó al ingeniero Esteban Dumesnil con el objeto de practicar los estudios previos para llevarlo a cabo.

               En 1883 los ingenieros Esteban Dumesnil y Carlos A. Casaffousth presentaron el contrato que fué aprobado por ley, el 2 de julio de ese año, en la legislatura de la prov. de Córdoba.

              El proyecto que dichos ingenieros presentaron el 1º de mayo de 1884 y que se conoce con el nombre de “Memoria” fué aprobado en junio de ese mismo año. Preveía la construcción del dique de San Roque, “ un dique nivelador a levantarse en el lugar denominado Mal Paso y una extensa red de canales maestros y secundarios, cuya extensión total alcanzaba a 195 kilometros, regando aproximadamente 40.000 hectáreas” (12)

             Allí consta que fue muy dificultoso para los proyectistas conseguir en San Roque “los peones necesarios para hacer los estudios de esta parte del río” (13) por la exageración con que eran descriptos los malos trechos del mismo y de acuerdo a lo aseverado por el historiador Luis Rodolfo Frías el proyecto “chocó” con las fantasías tejidas sobre el curso del río al penetrar la montaña, ensombrecido por la legendaria figura de “Bamba” , agregándose también las fábulas acerca de la existencia de un “bicho mortífero”, del cual dió cuenta el periódico “El Eco de Córdoba”.

             Dumesnil y Casaffousth al tratar el posible lugar para erigir el murallón de la quebrada  de San Roque y del río Suquía (Río Primero) señalan que la parte más ancha de su curso es coincidente con un paraje conocido como “La Huerta del Negro”.  El “negro” es el “negro Bamba”, quien según una antigua leyenda habría raptado a la hija del regidor Juan de Allende, después de asesinar a su prometido y se habría refugiado con ella  justamente en la zona indicada por los citados proyectistas, donde supuestamente vivieron escondidos durante años.

              Concluído el dique del Mal Paso y en la gobernación de Ambrosio Olmos, se llamó a licitación para la construcción del dique de San Roque, concurriendo a la misma: Raul Aranda ($ m/n 894.433.-), Luis Revol ($. m/n 800.000.-)  y Juan Bialet Massé en sociedad con Félix Funes ($ m/n 775.000.-)(14) Estos últimos resultaron los adjudicatarios y el 21 de octubre de 1886 se firmó el respectivo contrato -"Los señores Aranda y Revol no ofrecen garantía alguna, mientras que Funes, Bialet y Cª ofrecen la hipoteca de la Fábrica de Cales y Cementos Primera Argentina" - (****). Tiempo después Funes se fue y quedó Bialet al frente de la construcción.
             Las cales provenientes de dicha fábrica que tenía a Bialet por fundador y propietario exclusivo desde su emplazamiento en 1884, fueron las que se emplearon en el dique de San Roque y en todas las demás obras accesorias.
               Con posterioridad el Ing. Dumesnil regresó a Francia y el Ing. Casaffousth fue quien quedó como director de la obra. La organización de la empresa corrió entonces a cargo de Bialet y la dirección técnica recayó en el Ing. Ignacio Firmat.
                    Juan Bialet Massé lo relata del siguiente modo: “La empresa constructora se organizó con un personal de 16 ingenieros y 30 inspectores de albañilería: se hicieron venir maestros de talleres, operarios de primer orden y un personal de peones que llegaron a pasar de 2500, empezándose o continuándose a la vez todas las obras, desde San Roque a los extremos de los canales. Todo esto no podía hacerse, sino bajo la base de una organización perfecta, bien subordinada y mantenida por una voluntad enérgica, con una subordinación casi militar en los campamentos”. (15)
                   “El afán hidraúlico se explica por la necesidad de dotar de agua a la capital de la Provincia y de controlar los daños que producían las corrientes de agua que bajaban en turbión desde los Altos en la estación lluviosa” (16) esa fue la razón para determinar que se represara al Suquía o Río Primero y se construyera un canal que llevara agua a Córdoba.
              
                    Alexis Peyret (1826-1902), conocido entre nosotros como Alejo Peyret, "Docente, escritor , periodista, masón, librepensador, militante político del republicanismo radical en Francia, pionero de la colonización y precursor del socialismo en la Argentina" (*) y de quien se ha dicho que fue "uno de los introductores del utopismo socialista en sentido amplio" (**) , en una de sus obras , titulada "Una Visita a las Colonias de la República Argentina" , describió el proceso de construcción del dique San Roque, reflejando también sus propias impresiones, como lo muestra la bella pieza literaria que sigue a continuación:

                     "No puedo concluir esta relación sin decir lo que hace el gobierno de Córdoba para combatir el azote de la seca.

                      A siete leguas al este de la capital provincial, está construyéndose actualmente un dique colosal para atajar las aguas del río Primero, convirtiendo su cauce en un lago artificial, con un depósito que alcanzará á doscientos cuarenta millones de metros cúbicos.

                      El 13 de diciembre ppdo., el doctor Cottenot, profesor en la facultad de ciencias, me llevó á visitar ese trabajo de romanos. Dije que está á siete leguas de la ciudad, pero como no se puede ir directamente por los obstáculos del terreno, y hay muchas vueltas que dar, la distancia se calcula en más de diez leguas. El camino, pintoresco, escabroso, es el mismo, en gran parte, donde los enfermos y los valetudinarios van á restablecer su salud quebrantada con el aire purísimo de la sierra. Quiero decir que, para llegar allí se sube constantemente, aun cuando la ilusión de los sentidos hace creer que se va bajando. En partes ha habido que cortar, horadar la montaña, para abrir paso á los vehículos. En fin, se llega á un extenso valle donde los ríos de Cosquín y de San Roque confluyen para formar el río Primero. Deja entonces el viajero el camino que conduce á la estación de Cosquín, y , siguiendo la corriente del río, llega al dique que cierra el desfiladero formado por las montañas abruptas, casi perpendiculares, que van acercándose una á otra.

                       El dique tiene 160 metros de largo; su altura desde la base, es de 37 metros. El espesor, en los cimientos , es de 50 metros, y en el nacimiento del dique, de 29 metros y 50 centímetros.

                       El volúmen de las obras alcanzará á 45,000 metros cúbicos y los materiales son de granito y de cal hidraúlica de la fábrica del doctor don Juan Bialet-Massé.

                       La base del dique está a 184 metros arriba del observatorio de Córdoba, el cual está á unos 30 metros arriba de la ciudad.

                       Los trabajos de instalación, excavación y otros preparativos principiaron y se llevaron á cabo durante el primer semestre de 1886, corriendo entonces por cuenta del gobierno provincial; hubo una interrupción que duró desde fines de julio hasta el 24 de Octubre, formándose entonces la empresa Funes y Bialet , que se comprometió á llevar a cabo la obra en el plazo de diez y ocho meses; pero entendíase entonces que el dique tendría solo una altura de treinta y dos metros, y como posteriormente se acordara a elevarlo á cinco metros mas, se alargó el plazo á seis meses. Los trabajos de la nueva empresa principiaron en Mayo de 1887 y deben quedar concluidos á fines del corriente año de 1888.

                   El ingeniero director de la obra y autor del proyecto es el señor don Cárlos Cassaffousth, ingeniero formado en Europa, y el encargado director de la ejecución el señor don Anselmo Laso, ex-alumno de la facultad de ingeniería de Buenos Aires y del colegio del Uruguay.

                   La obra esta presupuestada en tres millones de pesos oro.

                   La idea primordial pertenece al doctor Juárez Celman, actual Presidente de la República y ha encontrado muchos opositores como todas las ideas progresistas: los opositores pretendían y pretenden, que importa un peligro para la ciudad de Córdoba, que la obra no ofrece las condiciones de solidez requeridas, etc.,etc. El señor Cassaffousth ha combatido victoriosamente todas las objeciones y ha ido adelante. Lo que se siente únicamente, es no haber dado mayores proporciones al dique para reunir un mayor caudal de aguas y por consiguiente regar mayor extensión de terreno.

                  El riego, vuelvo á repetirlo, es condición indispensable , sine que non, de la agricultura en la provincia de Córdoba, que no es favorecida por las lluvias como las del litoral, y donde la seca es endémica.

                  El gobierno lo ha comprendido y trata de llevar á cabo lo que podría llamarse una política hidraúlica, derramando el agua á manos llenas y haciendo llegar á todas partes donde pueda llevarla la industria humana, domadora, reformadora de una naturaleza rebelde y si lo consigue, habrá prestado servicios incalculables á la población , pues habrá dado á la tierra, excelente por otra parte, el único elemento que le falta para producir mieses abundantes.

                  Otra obra hidraúlica que se combina con la de San Roque es la del Mal Paso, más adelante, ó más cerca de Córdoba. Hácense también trabajos de irrigación en Río Cuarto.

                   El dique de San Roque debe ser inaugurado próximamente por el presidente de la República: será indudablemente una solemnidad interesante, aunque no fuese más que por lo pintoresco de la localidad. Ya actualmente es un cuadro curiosísimo el que presenta el aspecto de ese taller engolfado en esa garganta de rocas salvajes; esas carpas y esas barracas de madera ó de hierro galvanizado desparramadas sobre el declive de la montaña, esas máquinas de vapor que lanzan sus penachos de humo sobre las moles de granitos, esas casitas colgadas en las rocas como nidos de águila, esas mulas que suben y bajan con sus pesadas cargas, esas cabras que brincan entre las malezas, todo ese hormiguero de hombres y de mujeres que se mueven en todas direcciones hasta que la campana de la administración les llama á la comida y al descanso, mientras siguen retumbando las explosiones de los barenos, como si la montaña se hubiese convertido en un volcán, y todo aquello dominado por el firmamento azulado de la boveda celeste, con la perspectiva lejana de la cordillera que cierra el horizonte y del río que va serpenteando perezosamente entre los sauces llorones, mientras venga el momento de hacerlo trabajar en beneficio de la humanidad.

                 ¡ E pur si muove! El progreso se abre paso en todas partes, aún en la tierra de las preocupaciones góticas, donde la sociedad aletargada, hipnotizada por el misticismo, perdió tanto tiempo en oraciones y procesiones". (***)


 Notas:
(5) Frías, Luis Rodolfo , Historia del Dique San Roque, 1985 , editorial de la Municipalidad de Córdoba , p.21.
(6) Frías, obra cit. Capit. VIII.
(7)  Juan Bialet Massé,  Informe sobre el Estado de las Clases Obreras Argentinas (1904) edición Bicentenario , 2010, Ministerio de Trabajo de la Prov. de Bs. As.
(9) Federico Bernal , El 13 de Diciembre, la Zoncera del Agua y la Soberanía Energética. Public. Digitalmente en 9 de diciembre de 2005 en www.rodolfowalsh.org.
(10) Federico Bernal, ob.cit.
(11) Federico Bernal, ob. cit.
(12) Frías, Luis Rodolfo , Proceso al dique San Roque , Todo es Historia nº 90 , noviembre de 1974.
(13)  Frías , Luis Rodolfo ,   Historia del Dique San Roque, 1985, editorial de la Municipalidad de Córdoba.
(14) Frías , Luis Rodolfo ,  Historia del Dique San Roque   1985,  edición Municipalidad de Córdoba.
(15) Juan Bialet Massé  , Preámbulo a “Proceso” pag. 7 citado por Frías, Luis. R. , Historia del Dique San Roque, obra citada.
(16) Rocchietti , Ana María y Lodeserto , Alicia  La obra hidraúlica de Juan Bialet Massé , en www.cearqueologia.com.ar
(*) Tarcus, Horacio (director) Diccionario Biográfico de la Izquierda Argentina , De los Anarquistas a la Nueva Izquierda (1870-1976) Emece , 2007

(**) Laura Fernandez Cordero, "La Intensa utopía de Julio Molina y Vedia" - El Pensamiento alternativo en la Argentina del S.XX , TII. Hugo Biagini, Arturo Roig. Ed. Biblos , 2006.

(***) Peyret, Alejo  Una Visita a las Colonias de la República Argentina , Imprenta Tribuna Nacional, 1889.

(****) Ministerio de Gobierno , Justicia y Culto , Memoria , Córdoba, 1887, p.259

Las "negritas" son mías.





      

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